Nuevo plan alimenticio

A todos nos ha pasado que decidimos empezar un nuevo plan de alimentación con mil objetivos y con toda la ilusión, pero en ocasiones por más ganas que tengamos de llevar a cabo nuestro plan hay algunos pequeños baches que dificultan apegarnos a un nuevo estilo de vida, algunos de eso son:

 

  • No planificar: Un error común y muy señalado, pues no se planifican ni las comidas, ni la compra. Como resultado llenamos la canasta del súper de caprichos teniendo como consecuencia el consumo de alimentos procesados poco saludables.
  • Comprar productos de bajo valor nutricional para el “cheat day”: Uno de los errores clásicos que impiden desarrollar hábitos saludables de alimentación ya que se convierten en un premio o como parte de un día de relajación.
  • Uso excesivo de edulcorantes naturales: Sustituir el azúcar tradicional por otros edulcorantes no es la alternativa inteligente. Varios estudios están alertando de su vínculo con la diabetes y la obesidad. Por ello debemos aprender a disfrutar de otros sabores o de los alimentos menos dulces.
  • Añadir sal a alimentos que no lo necesitan: La mayoría de los productos procesados ya vienen con sal (excesivamente, dicho sea de paso). Debemos probar las comidas para decidir si en verdad llevan sal es una opción saludable.
  • Ir a servicios de restauración donde el valor está en el tamaño de la porción: Relacionamos cantidad con calidad. Las hamburguesas, hot dogs y alitas de pollo pueden venderse a precios muy bajos y en grandes cantidades, pero de calidad cuestionable. Sin embargo, con la misma cantidad de dinero podamos disfrutar de una comida más nutritiva y deliciosa en lugares donde sirven porciones adecuadas a nuestra salud.
  • No llevar una botella de agua: Muchas personas llegan a expresar que olvidan mantenerse hidratados. Una forma muy sencilla tomar líquidos es llevar la botella o termo de agua con nosotros.
  • Saltar comidas A pesar de que desde hace mucho el campo de la dietética desterró la idea de saltar comidas como forma de alcanzar algún objetivo nutricional. Pasar muchas horas sin ingerir alimentos se traduce en alteraciones metabólicas y en el aumento del riesgo de atracón. La mejor opción es realizar de 5 a 6 comidas equilibradas durante el día.
  • Pensar que ir al gimnasio justifica comer de todo: La frase “yo como de todo porque voy al gimnasio” se esgrime como justificante para comer alimentos que en muchos casos solo aportan calorías excesivas. Un error que pasa por alto las más básicas relaciones de alimentación y salud. Nuestra dieta no solo define nuestro peso, sino además nuestro bienestar general. Quemar calorías no eliminará todos los otros problemas que genera la ingestión de alimentos procesados de bajo valor nutricional.

Para comenzar un nuevo plan alimenticio consulta con nuestro equipo de nutriólogas y comienza a cambiar tu vida hoy.